DESESPERADA ESPERANZA
Sobre este mundo nuestro
tan agrio,
tan enemigo y tan oscuro,
a veces se nos estrella un ángel.
Entonces, empieza a ser destino
algo muy parecido a la esperanza.
Los dioses abren de nuevo las puertas y ventanas
que antes nos cerraban,
y un olor a pan tierno
nos inunda la casa.
El arco iris conduce nuestras huellas.
Un hombre, una mujer
se miran y se entregan.
Las espinas se han vuelto primavera.
© Berta García.- Todos
los derechos reservados
.
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